Ensayos

Ensayos Sonia Garza

miércoles, 17 de octubre de 2012

ENSAYO DE INDUMENTARIA 1


www.uar.mx           Escuelas-Monterrey        Universidad-México

 

UNIVERSIDAD ALFONSO REYES ( UNIDAD LA FE)

 

                          ENSAYO  DE  INDUMENTARIA

 

 

                        TEMA: ANTIGUAS CIVILIZACIONES

 

 

 

                       MAESTRA: LIC. ELENA GARCIA GOMEZ

 

 

                     ALUMNA: SONIA ELIZABETH GARZA PERALES.  (F-2914)

 

 

                     GRADO: 3º  DE DISEÑO DE MODAS

 

 

 

 

SAN NICOLAS DE LOS GARZA, N. L.                                                        OCTUBRE-2012

 

Costumbres de la Antigua Grecia

 

Las costumbres de la Antigua Grecia son las rutinas diarias de los habitantes, las ciudades, los oficios, la economía, sus necesidades y sus beneficios.

 

Los griegos creían en un panteón de dioses y diosas que estaban asociados con los aspectos específicos de la vida. Por ejemplo, Afrodita era la diosa del amor, mientras Ares era el dios de la guerra y Hades el de los muertos. Algunas deidades como Apolo y Dionisio revelaban personalidades complejas y mezcolanza de funciones, mientras otros como Hestia (literalmente ‘hogar’, ‘chimenea’) y Helios (literalmente ‘sol’) eran poco más que personificaciones. Había también deidades específicas de un lugar: dioses de los ríos, ninfas de manantiales, cuevas y bosques. Héroes y heroínas locales también solían ser venerados en sus tumbas por habitantes de las zonas cercanas.

 

Muchos seres descritos en los mitos griegos podrían ser considerados «dioses» o «héroes». Algunos sólo eran reconocidos en el folclore o adorados localmente en ciertos lugares (por ejemplo Trofonio) o durante festivales concretos (por ejemplo Adonis). Los templos más impresionantes tendían a estar dedicados a un número limitado de dioses: los doce olímpicos, Heracles, Asclepio y ocasionalmente Helios. Estos dioses fueron el centro de grandes cultos panhelénicos. Era sin embargo común que muchas regiones y poblaciones dedicasen sus propios cultos a las ninfas, los dioses menores y los héroes locales. Muchas ciudades también honraban a los dioses más conocidos con ritos locales característicos y les asociaban extraños mitos desconocidos en los demás lugares.

 

Higiene y cuidado personal

 

A pesar de la modestia en la que vivían muchos griegos, estos tenían un especial cuidado por su higiene personal. Desde el periodo arcaico, desde niños aprendían a nadar y se bañaban en ríos y en el mar. Durante la época clásica, las casas comenzaron a tener cuartos de aseo y pequeñas bañeras, hechas de barro, piedra o ladrillos. Estas se llenaban con agua caliente y se vaciaban a mano.

 

También surgieron los baños públicos, lugares de encuentro y discusión, solo para hombres, porque las mujeres no concurrían a ellos.

 

Las mujeres libres llevaban largas cabelleras (a diferencia de las esclavas, las cuales llevaban el cabello corto), a las que les solían dedicar diversos cuidados durante diversas horas del día. También podía requerir varias horas el embellecimiento con cosméticos y perfumes. Las mujeres libres se maquillaban para diferenciarse de las esclavas; solían prestarle especial atención a sus uñas y se rasuraban el vello corporal. La higiene corporal contrastaba con la suciedad y el desorden de las ciudades.

Vestimenta:

El traje ordinario en la Antigua Grecia constaba de dos piezas:

 La inferior, el quitón, era una túnica, por lo común, sin mangas que llegaba hasta las rodillas y se ceñía a la cintura.

 La superior, el himatión, consistía en una especie de manto rectangular que se echaba sobre el hombro izquierdo y se recogía por el lado opuesto, dejando ordinariamente libre en sus movimientos el brazo de esta parte; y cuando se iba de viaje o de guerra se cambiaba el himatión por la clámide, capa rectangular en tres de sus lados y algo circular en la parte que rodeaba el cuello, más corta que el manto y abrochada con fíbula sobre el hombro derecho.

La túnica o quitón sufrió muchas variaciones siendo una de ellas el exomis, propio de obreros o esclavos que dejaba al descubierto el hombro derecho con todo el brazo. Asimismo, la túnica larga, propia de nobles, de filósofos y de mujeres y el diploide o doble quitón, formado por una túnica larguísima que se redoblaba hacia la cintura.

 

Dichas piezas se hacían de lino, de lana o de biso y más delante de seda y se adornaban con franjas a modo de galones y con otros bordados, siempre con sobriedad y buen gusto, dando preferencia a los colores blanco y verde.

 

Solían ir los griegos con la cabeza descubierta pero cuando era necesario resguardarla de la intemperie, llevaban el píleo, gorro semiovoideo de piel o la mitra a modo de turbante oriental o el pétaso que era un sombrero de fieltro y con alas. Para calzado (que ordinariamente, no se usaba dentro de casa) se servían de la crépida, especie de sandalia o de la carbatina semejante a la abarca de los pueblos montañeses, o bien del coturno, parecido a un borceguí el cual servía especialmente para los actores de la tragedia, dándole entonces gran altura con una suela de madera muy gruesa. Las mujeres griegas usaban larga túnica a veces en forma de diploide y sobre ella, el himatión o peplos; esta última pieza, amplia y de forma rectangular, se llevaba unas veces a modo de túnica ceñida y otras como manto, considerándose siempre como la túnica superior de Minerva. Se cubrían la cabeza con un velo llamado calyptra, cuando no llevaban el manto de modo que bajase desde ella.


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